sábado, 15 de noviembre de 2008

CAPITULO XIX

Pienso que un príncipe debe temer dos cosas: en el interior, que se le subleven los súbditos; en el exterior, que lo ataquen las potencias extranjeras. Yo creo que los estados bien organizados y los príncipes sabios siempre han procurado no exasperar a los nobles y, a la vez, tener satisfecho y contento al pueblo.Un príncipe debe estimar a los nobles pero sin hacerse odiar por el pueblo, cuando el príncipe no puede ser evitado odiado por una de las dos partes, debe inclinarse hacia el grupo más numeroso, y cuando esto no es posible, inclinarse hacia el más fuerte.

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