jueves, 20 de noviembre de 2008

Museo de arte moderno

Nos da una perspectiva de como era la vida mexicana en unos años atras, y como politicamente y socialmente seguimos estando igual que ahora, ya que hay personas que lo que quieren es estar arriba siempre y otras que al no tener mucho recurren a pedir por ellos.
tambien nos muestra como en lo sucedido del 68 lo quisieron tapara con tanta propagando y diseños de moda para tranquilizar a la gente.

Una dama para dos

me agrado mucho esta pelicula ya que nos muestra realmente como son las cosas ahora, por un lado un hombre que lo unico que desea es tener sexo con cualquier chava que le guste y despues de conseguirlo, dejarla.
La chava al enamorarse de ese hombre sale lastimada y para olvidarlo termina casada con otro que lo unico que le hace es hacerse sentirse mal.
y el otro hombre ,con el que se casa resulta ser igual que el otro, lo unico que busca es tener sexo con ella.
Y pienso que para no sufrir lo unico es tener solo una pareja y no buscar refugio en otra persona.

sábado, 15 de noviembre de 2008

CAPITULO XXVI

Pienso que no es asombroso que ninguno haya podido hacer lo que es de esperar que haga nuestra ilustre casa, ni es extraño que después de tantas revoluciones y revueltas guerreras parezca extinguido el valor militar de los soldados. Pero se debe a que la antigua organización militar no era buena y a que nadie ha sabido modificarla. Nada honra tanto a un hombre que se acaba de elevar al poder como las nuevas leyes y las nuevas instituciones ideadas por él, que si están bien cimentadas y llevan algo grande en sí misma, lo hace digno de respeto y admiración.

CAPITULO XXV

Creo que con la fortuna que se manifiesta con todo su poder ahí donde no hay virtud preparada y dirige sus ímpetus allí donde sabe que no se han hecho diques ni reparos para contenerla.Se ve que los hombres para llegar al fin que se proponen proceden en forma distinta: uno con cautela, el otro con ímpetu; uno por la violencia, el otro por la astucia; uno con paciencia el otro con su contrario; y todos pueden triunfar por medios tan dispares.Como la fortuna varia y los hombres se obstinan en proceder de un mismo modo, serán felices mientras vayan de acuerdo con la suerte e infelices cuando estén en desacuerdo con ella, considero que es preferible ser impetuoso y no cauto, por que la fortuna es mujer y hace preciso si se le quiere tener sumisa golpearla y zaherirla. Y se ve que se deja dominar por estos antes que por los que actúan con tibieza y como una mujer, es amiga de los jóvenes por que son menos prudentes y más fogosazo y se imponen con más audacia.

CAPITULO XXIV

Pienso que los hombres ganan mucho mejor con las cosas presentes que con las pasadas, y cuando en las presentes hayan provecho, las gozan sin inquirir nada; y mientras el príncipe no se desmerezca en las otras cosas, estarán siempre dispuestos a defenderlo. Así, el príncipe tendrá la doble gloria de haber creado un principado nuevo y de haberlo mejorado y fortificado con buenas leyes, buenas armas, buenos amigos y buenos ejemplos.Las únicas defensas buenas, seguras y durables son las que dependen de uno mismo y de sus virtudes.

CAPITULO XXIII

Pienso que si un príncipe es prudente debe preferir rodearse de los hombres de buen juicio de su estado, únicos a los que dará libertad para decirle la verdad, aunque en las cosas sobre las cuales sean interrogados y sólo en ellas.Es conveniente que los buenos consejos vengan de quien vinieren, nazcan de la prudencia del príncipe y no la prudencia del príncipe de los buenos consejos.

CAPITULO XXII

La primera opinión que se tiene del juicio de un príncipe se funda en los hombres que lo rodean: si son capaces y fieles podrá reputárselo por sabio, pues supo hallarlos capaces y mantenerlos fieles; pero cuando no lo son, no podrá considerarse prudente a un príncipe que el primer error que comete lo comete en esta lección.Creo que para conocer a un ministro hay un modo que nunca falla cuando se ve que un ministro piensa más en él que en uno y que en todo no busca sino su provecho, estamos en presencia de un ministro que nunca será bueno y en quien el príncipe nunca podrá confiar porque el que tiene en sus manos el estado de. Por su parte, el príncipe, para mantenerlo constante en su fidelidad, debe pensar en el ministro. Debe honrarlo, enriquecerlo y colmarlo de cargos, de manera que comprenda que no puede estar sin él, y que los muchos honores no le hagan desear más honores, las muchas riquezas no le hagan ansiar más riquezas y los muchos cargos le hagan temer los cambios políticos